Sweet Easter
Today is Viernes de Dolores in Spain. This is the first day of our Semana Santa, the week before Easter (Pascua). These days we’ll be talking in our lessons about typical food and diferent kind of festivities all around Spain. I want to share my favourite tale about the “torrijas“.
En los albores del siglo I, cuando el sol daba vueltas alrededor de la Tierra, cuando el mundo se acababa en las columnas de Hércules y se postraba al paso de Tiberio, vivió en Miturno un personaje coetáneo de Jesús de Nazaret. Era Marcus Gavius Apicius, del que dan fe en sus citas Plinio, Séneca y Suetonio. Y era el tal Apicius tan pudiente como sibarita.
Se cuenta que habiendo llegado a sus oídos que en las costas de Libia se pescaban unas gambas exquisitas, le apeteció probarlas recién salidas de la red.
Y fletó una embarcación con más de cien remeros, mas llegado a su destino, no le entraron los crustáceos por el ojo -es una forma de decir- y sin catarlos y sin desembarcar siquiera, dio instrucciones de inmediato regreso.
Se dice también que habiendo prácticamente dilapidado su fortuna en opulentos banquetes y temeroso de que pudiera llegar a la ruina, celebró una comida fastuosa y, a los postres, entre danzarinas, tragafuegos, músicos y acróbatas, se suicidó degustando un veneno que era dulce como la ambrosía.
A este hombre se le atribuye, al menos en parte, un libro de cocina. “De re coquinaria“, se intitula. Y entre el medio millar de recetas que contiene, he aquí una de ellas:
“Siligeneos rasos frangis et bucellas maiores facies. In lacte infundis, frigis et in oleo, mel superfundis et inferes“.
O lo que viene a ser lo mismo: hacer una masa de trigo candeal limpio (pan de trigo) y partirlo en porciones cuadradas grandes. Remojarlas en leche y freírlas en aceite. Echar miel por encima y servir a la mesa.
¿La conocen Vds.? Era la torrija. Nuestra torrija. La que en Granada se sigue haciendo con pan duro el Sábado de Gloria. Y es que, sin lugar a dudas y digan lo que digan, este mundo de Dios es un pañuelo.
Texto extraído del libro Fogones Granadinos, una dieta mediteránea, de Antonio Díaz Lafuente, Ediciones Miguel Sánchez, Granada, 2000.
En clase usamos este texto para trabajar el imperfecto y los conectores textuales, y cómo contar historias del pasado. Hacemos una práctica escrita en la que los estudiantes se inventan un personaje similar a Apicius, lo sitúan en sus respectivos países de origen, e inventan una historia parecida con una receta o con alguna tradición típica de su región. Al final, tras leer todas las creaciones, se debate qué personaje ha sido más interesante, o cuál merecía haber existido en realidad.
¡Que aproveche!